El 28 de marzo falleció Hugo Piciana, coordinador general de la Conversación Analítica, un dispositivo tan particular como él, con su marca, ética, precisión y generosidad en la transmisión y una orientación y permanente invitación al trabajo.
El dispositivo perdió a su coordinador, y algunos de los integrantes nos encontramos en un tiempo de intentar comprender, de bordear algo de ese agujero que irremediablemente se abrió y, orientados por la causa, nos encontramos en algunas instancias para intentar algo del trabajo aún enlazados.
Es un tiempo incierto el que nos tomará subjetivamente encontrar las nuevas coordenadas de funcionamiento y, como en el psicoanálisis, no hay garantía de que las encontremos, pero, lo intentaremos, orientados por las palabras de quien inventara el dispositivo: “… durará lo que permita el deseo decidido de cada miembro, deseo basado en las transferencias de trabajo.”
